Se fue el Cilindro
@| "Había una vez un país lejano donde sus empresarios, técnicos y obreros, crearon y construyeron el primer edificio de cúpula invertida, sustentada por cables, del mundo. Su geometría cilíndrica, afín con el Coliseo romano, daba a la estructura, un atractivo adicional. Resultó un hito que revolucionó el concepto de cobertura de grandes espacios y fue, prontamente, copiado o fuente de inspiración en la construcción de edificios públicos, muchos de ellos emblemáticos en las más encumbradas urbes del mundo. Aquél que dio cabida a deportes y espectáculos. Quizá, su momento más brillante fue cuando albergó un mundial de baloncesto. En épocas negras para la ciudadanía, acompañó el sufrimiento general desde la humillación de ser utilizado como centro de detención. Andando el tiempo, quiso la fortuna que la administración de la ciudad, y por ende del edificio, recalara en manos 'populares y progresistas'. En ellas el coloso cayó en un creciente abandono y ya poco lució sus pasados esplendores. Finalmente, un buen día, su emblemático techo cayó víctima de un incendio menor y una desidia mayor. Parecía un terrible golpe al acervo cultural nacional. La comuna no tenía fondos para recuperarlo y, por lo visto, tampoco para hacer una investigación del insuceso. ¡Una puñalada a la imagen de la orgullosa nación! Pero, no. En ese país de entes autónomos y administraciones públicas deficitarias, en el mejor de los casos, y ya difuntas en otros, se alza como bastión la poderosa administración de comunicaciones. Antel, potenciada por su férreo monopolio mediante el cual cobra tarifas principescas por servicios miserables, ha venido al rescate. Aspirada de los bolsillos de todos los connacionales, citadinos o rurales, capitalinos o pajueranos, su fortuna ha sido colocada al servicio de la causa. ¡Se construirá el Antel Arena! Pero no solo eso aportó el ente. Para salvar la imagen fueron aún más lejos sus 'creativos', de alguna forma bizarra emparentados con aquellos que crearon el portento, e inventaron 'la implosión'. Magnífico artilugio mediante el cual el fracaso administrativo y edilicio más estrepitoso que se pueda imaginar, se transmuta en un hecho que la ciudadanía debe festejar y aplaudir alborozada. Y así fue, entre aplausos populares y plácemes oficiales se les fue el Cilindro. Sin duda alguna, los países civilizados habrán tomado nota. En breve recibiremos la noticia de la inminente implosión del Coliseo romano. Y Antel lo transmitirá en vivo y en directo, sin cargo adicional para el usuario. ¡Festejen, uruguayos, festejen!"