martes, 22 de octubre de 2024

Agresión sistemática y persistente de parte del gobierno argentino

 16.03.2014 18:53

 

Luego de  varios años de intentar negociar con el gobierno Argentino,  sin obtener prácticamente nada a cambio, a pesar de haber accedido a muchas de sus peticiones , haber tolerado todo tipo de presiones tanto a nivel judicial como extrajudicial, no será tiempo de implementar otro tipo de estrategia en la negociación con nuestro vecino?

Si actuar tratando de evitar el enojo del gobierno Argentino,  cediendo reiteradamente a sus peticiones, nos ha llevado a la situación actual, parece tonto seguir intentando el mismo camino. Si siempre hacemos lo mismo una y otra vez, no podemos esperar un resultado diferente (Einstein).

Además, si repasamos la lista de eventos que han conformado el diferendo que analizamos, no parecen eventos casuales vinculados al enojo circunstancial, frente a alguna declaración de un jerarca de nuestro país, sino que en realidad se trata de una lista secuencial de objetivos, en los cuales  el  gobierno Argentino busca su propio beneficio, implicando el correspondiente perjuicio para Uruguay.  Con temor a olvidar alguno de los problemas, podemos enumerar los siguientes:

. Bloqueo de las exportaciones de nuestro país hacia Argentina, implicando la violación sistemática de los tratados firmados que constituyen el acuerdo que constituyó el Mercosur.

. Bloqueo de los puentes, incluida la denuncia ante los tribunales de La Haya, con acusaciones de contaminación no probada, con bloqueo de la difusión de los estudios de monitoreo ambiental, con el propósito de bloquear el desarrollo de la industria de celulosa en el Uruguay.

. El bloqueo a la actividad turística de origen Argentino en nuestro país, primero mediante el bloqueo de los puentes, y luego mediante el bloqueo a la obtención de divisas para gastos en el exterior.

. La presión ejercida mediante acusaciones de ser un paraíso fiscal a través de la OCDE, que llevaron a la firma de un tratado de intercambio de información fiscal, sumado a la falsa denuncia de lavado de activos, ejercida contra un banco canadiense que operaba en nuestro país,  que finalmente determinó el alejamiento de dicha institución de nuestro país. Esto se constituyó en un ataque dirigido a alejar las inversiones Argentinas de nuestro país, además de un golpe a la actividad financiera extranjera en el Uruguay.

. La postergación indefinida y persistente de todas las autorizaciones solicitadas por nuestro país para  profundizar el dragado de los canales de navegación, y para ampliar la infraestructura portuaria, así como las presiones para impedir el arribo de buques de las Malvinas al puerto de Montevideo (pedido al que accedió nuestro gobierno con injustificada rapidez), sumado a la prohibición del trasbordo de cargas en el puerto de Montevideo,  el cierre del puerto de espera de las barcazas que arriban a Nueva Palmira en la isla La Paloma,  haciéndo peligrar además la viabilidad del proyectado puerto de aguas profundas, alejando las cargas de Las Malvinas, las Argentinas por completo, y ahora parcialmente las Paraguayas; son todas acciones que buscan dañar y reducir la actividad portuaria de nuestro país.

En resumen, podemos establecer que mediante una diversidad de acciones, el gobierno Argentino ha buscado, y ha logrado, mediante un ataque en varios frentes a distintas actividades económicas de nuestro país, obtener el deterioro de varias de ellas.

Ha atacado y ha logrado afectar en forma parcial, la actividad de la industria de celulosa, la turística, la actividad financiera, las inversiones Argentinas en el Uruguay, y ahora el ataque se ha dirigido sobre la actividad portuaria. 

Cuanto más daño seremos capaces de tolerar?, sin que reaccionemos y comencemos a buscar nuevos caminos que nos permitan atacar con eficacia esta agresión,  a la que hemos estado expuestos en forma sistemática en los últimos años.

Ante esta reiteración de conductas hostiles Argentinas (a pesar de las múltiples demostraciones de parte de nuestro gobierno de amistad y cumplimiento de los deseos del vecino país), que esperamos para cambiar nuestra actitud diplomática y comenzar a jugar con las mismas reglas que juega nuestro vecino? Comencemos de una buena vez a jugar  en todos los frentes, como han hecho los gobiernos Argentinos hasta ahora, poniendo como prioridad la defensa de nuestros intereses, en lugar de esloganes ideológicos vacíos de contenido. 

Para empezar, porque seguimos siendo casi los únicos que cumplimos las normas del Mercosur, absolutamente incumplidas en reiteración real por nuestro vecino, con la mirada hacia el costado de Brasil? Porque no abandonamos las limitaciones que nos impone el Mercosur y avanzamos hacia los tratados de libre comercio que propician los países del pacífico (Chile, Perú, Colombia y México)?

Porque seguimos aferrados al deseo Argentino de que las Malvinas le pertenecen, cuando en realidad siempre fue un territorio que estuvo bajo el control del apostadero naval de Montevideo, que  administraba toda la navegación de los territorios españoles del sur del continente, siendo además que mediante un tratado, nos fue cedido el territorio de las Malvinas a la jurisidicción de Montevideo, además de otras islas del sur, incluida la isla de Tierra del Fuego?

Enunciemos que de aquí en más no respaldaremos la postura Argentina sobre Malvinas, y que pasaremos a reclamarlas para nuestro país. Comencemos negociaciones con el gobierno Británico con esta finalidad. 

Comencemos a estrechar vínculos comerciales, de tráfico aéreo y marítimo con las Islas Malvinas, y ofrezcamos la posibilidad de realizar negocios petroleros en conjunto con empresas internacionales asociadas a Ancap. Mientras Argentina trata de bloquear todas estas posibilidades, aprovechemos la oportunidad y pasemos a ofrecerlas nosotros.

Frente a las eventuales amenazas Argentinas que surgirán, tal como lo hizo Tabaré Vázquez, busquemos ayuda internacional, que nos ofrezca protección militar y diplomática, tal vez con USA, porque no con Inglaterra, que estará muy interesada en nuestra nueva posición.

Cuando los países tienen que negociar, dificilmente puedan tener éxito, si no hay nada que la contraparte sienta que somos capaces de hacerle ganar o perder, dificilmente  va a encontrar  motivación alguna para ceder ante nuestros planteos.

Uruguay debe jugar fuerte, si pretende algún resultado, y demostrarle a Argentina que tiene mucho para perder si sigue acorralando a nuestro país y perjudicándolo en forma reiterada. Mientras perciba que no tiene nada que perder, y en cambio todo para ganar, va a persistir en la misma actitud, de perjudicarnos y presionarnos para obtener cada vez un poco más, sin siquiera agradecer nuestros gestos de buena voluntad y amistad

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