15.12.2013 19:38
Es incomprensible que la IMM siga tolerando que los hurgadores continúen todas las noches volcando los residuos fuera de todos los contenedores de Montevideo.
Sin lugar a dudas, el principal problema que impide resolver el problema de la limpieza en Montevideo, es la actividad de los hurgadores informales, tanto los registrados en la Intendencia como los no registrados (muchos de ellos personas en situación de calle).
Si la Intendencia no se decide a aplicar la normativa vigente, sancionando estricta y persistentemente, a los hurgadores que vuelcan el contenido de los contenedores en las calles y aceras, nada de lo que se implemente logrará una ciudad limpia.
Se expresa con frecuencia que no es posible sancionar a recolectores informales dada su situación social, pero no veo razón alguna para tolerar cualquier tipo de comportamiento que perjudica a toda la sociedad.
En la situación actual que hemos tolerado por más de 20 años, la conducta de unos pocos cientos de ciudadanos irresponsables termina avasallando los derechos del millón de Montevideanos, sin que la Intendencia tome ninguna acción para proteger el derecho de todos a vivir en una ciudad limpia y saludable.
Hay herramientas legales suficientes, tanto en el Digesto Municipal, como en la Ley de Vagancia, así como el delito de desacato, que de ser aplicadas permitirían modificar sustancialmente la situación vigente. Además la aplicación de la ley vigente no es un tema que este librado a la discrecionalidad de la autoridad. Además en el 2013 se agregó la ley de faltas que prevee como falta el volcado de residuos fuera de los contenedores.
El otro grave problema es el volcado del sobrante de lo recolectado en los cursos de agua que terminan contaminando arroyos y playas de Montevideo. Basta ver las fotos de la ex playa Capurro hace 60 años con blancas arenas, y lo que es hoy en día con la arena totalmente cubierta por un grueso lecho de residuos plásticos.
De no actuar en forma inmediata, en un par de décadas todas las playas de Montevideo terminarán en ese estado. Basta caminar por las playas en invierno y ver la gran cantidad de residuos plásticos que trae el Rio de la Plata. También hay previstas sanciones por el vertido de residuos en lugares no habilitados, el problema es la falta de aplicación de dichas sanciones.
La campaña antitabaco llevada adelante durante el gobierno del Dr. Vázquez es un buen ejemplo a imitar. En ella se cambió radicalmente la conducta de toda la ciudadanía, y en muy poco tiempo se logró que se respetara por todos el derecho a respirar un aire libre de humo de tabaco.
Simplemente se requirió de una firme voluntad política para cambiar una situación, aquellos que intentaron desacatar la normativa y burlarse de las sanciones se los llevó a la justicia y se terminaron rápidamente los incumplimientos a la normativa establecida. Si la intendencia asumiera la misma actitud con los hurgadores, en muy poco tiempo veríamos un cambio sustancial en la limpieza de la ciudad.
En la situación actual de tolerancia total a cualquier tipo de inconducta, por más que se limpie y se recoja la basura una y otra vez, no se logrará ningún cambio. Es como tratar de curar un cáncer dándole analgésicos al paciente. Si no atacamos la causa del problema y erradicamos aquello que origina la suciedad, solo cabe esperar que el problema sea cada vez mayor.
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